martes, 18 de noviembre de 2008

ANALISIS PROGRAMA RADIAL LA CAJA DE PANDORA

La Caja de Pandora, programa radial que pertenece a la emisora Javeriana Estéreo, es una Radio-Revista Cultural cuyo propósito semanal se resume el su eslogan: "CULTURA PARA OIR". Cada domingo y desde el 2002 se brinda información de interés cultural a los oyentes a través de cada una de sus secciones: 1. Entre Líneas: Literatura, 2. Caleidoscopio: Arte, 3. Agarrando Cine: Cine 4. Resonancias: Música, 5. Galería Colombia: proyecto de promoción de país que habla sobre Colombia (geografía, costumbres, historias, culturas), 6. El Clavo en Radio: segmento de opinión donde se discuten temas juveniles. (Alianza con La Revista el CLAVO), 7. En Voz Alta: Editorial de la Caja de Pandora. Además cada semana tienen invitados para dialogar sobre actividades culturales en la ciudad o con los protagonistas de la cultura nacional e internacional, ya que cuentan con alianzas con otras radios como BBC y RFI.

A La Caja de Pandora de la cadena radial Javeriana Estéreo no le interesa ser un programa comercial que conquiste audiencias de forma masiva, no se preocupa por el número de oyentes que enciendan la radio para escuchar el domingo el programa. La Caja de Pandora se interesa por brindarle a un segmentado sector de la sociedad una alternativa educativa diferente a las comunes y favoritas de los públicos radiales.

En la actualidad el rating marca el ritmo de la radio local. Según las grandes cadenas radiales, este no sólo determina el éxito o el fracaso de un programa sino que es esencial a la hora de tomar decisiones, por lo que se ha convertido en un tema de interés público. En el afán por conquistar audiencias y fidelizar al público muchos programas radiales se convierten en esclavos de las compañías de discos y de los sucesos de coyuntura noticiosa, azotan a la audiencia una y otra vez con los mismos temas para que estos se vendan. La Caja de Pandora según su director, productor y creador, Mauricio Cuevas, busca todo lo contrario. Este pretende oxigenar a los oyentes con una radio alternativa, con una radio diferente, es por eso que no se habla de lo mismo que se trata en los grandes medios durante toda la semana, sino que busca otros puntos de interés, “no somos tan comerciales”, sino que se buscan alternativas para informar, para educar, para entretener y para construir opinión, todo alrededor de la cultura.

Según Cuevas La Caja de Pandora es una extensión de sus gustos personales, de lo que le gusta hacer y de lo que él quisiera encontrar en la radio. Dice que este medio en la actualidad está contaminado por locutores mal hablados que no tienen un limite, ni un control, que determinan su éxito en la transmisión de la música que más les gusta a los jóvenes.

Aunque Cuevas asegura que a La Caja de Pandora actualmente no le interesa el rating y no le ha interesado durante los seis años que lleva al aire, irónicamente por estos días se encuentra en un proceso de posicionamiento de marca en diferentes medios. Se creó una alianza con la Revista El Clavo, donde se promociona el programa y de la misma manera La Caja de Pandora le brinda un espacio al aire a la publicación escrita para que se hable de los temas que esta trata.
Siguiendo el proceso de posicionamiento y posible fidelización de la audiencia de La Caja de Pandora, el programa también se está promocionando a través de portales virtuales como Galería Colombia. En el momento se está trabajando en montar un Blog y promocionar eventos en diferentes partes de Cali, “con el propósito de entrar a la Ciudad”, generando espacios de discusión de diferentes temas.
Para muchos oyentes la sección de El Clavo en el programa radial desvía los fundamentos centrales de La Caja de Pandora y la convierte en un medio en busca de la promoción de consumo de las masas, desvirtuándose de alguna manera la intención de ser un programa cultural. Pareciera que con todos estos esfuerzos, los propósitos iníciales de La Caja de Pandora hubieran cambiando, todo este afán por darse a conocer y encontrar un lugar en las preferencias del público caleño, pudieran evidenciar su necesidad de ganar sintonía y caer en el circulo vicioso radial, luchar a brazo partido por captar más radioescuchas, por ganar rating.
Esta aseveración que nos atrevemos a hacer se opone a las afirmaciones de Cuevas, quien asegura que el esfuerzo de posicionamiento del programa responde a sus necesidades personales de hacer de este programa un proyecto de vida, de querer trabajar por potenciar y generar cambios, “sin meterse en la responsabilidad de pretender cambiar a la sociedad sino querer mostrarle a la gente que hay otras cosas”.

La Caja de Pandora no forma bajo ningún punto una identidad juvenil sino que va en sentido de las pulsaciones de los jóvenes, propiciando el reconocimiento de la pluralidad y el respeto a la diferencia en el pensamiento y las opiniones, fomentando la comunicación participativa de los jóvenes estudiantes y profesionales que con sus formas de argumentar contribuyan crítica y constructivamente a la formación de una nueva sociedad, promoviendo la imagen institucional de la Universidad.

El programa sigue un proyecto comunicacional el cual va de la mano de las líneas institucionales de la Pontificia Universidad Javeriana. En este sentido su director presenta el programa como la voz de la Universidad. Difunde el proyecto educativo de la Institución Educativa y el programa es una extensión del mismo. Cuevas cuenta que como La Caja de Pandora pertenece a la Javeriana su jefe supremo es el Papa y por lo tanto “se deben manejar ciertos temas, con cierto cuidado y tacto. Hay que saber articularlos”. Asegura que en el programa se pueden tocar todo tipo de temas con un tratamiento delicado y bajo ningún punto se tratan temas como el satanismo no sólo por ir en contra de La Institución Educativa a la que pertenece el programa sino porque estos no se ajustan a sus creencias y valores personales.


Juliana Henao
Paul Hernández
Rafael Carreño

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